- Xbox prepara una consola de gama muy alta con enfoque premium y sin modelo económico a la vista.
- Posible planteamiento híbrido consola-PC, con mayor integración de Windows, IA y nube.
- Rumores de chip AMD de nueva generación con arquitectura avanzada y memoria GDDR7.
- Horizonte temporal apuntando a 2027, con fuerte énfasis en compatibilidad y ecosistema.
Xbox atraviesa una etapa de cambios profundos en la que el hardware vuelve a estar en el centro. Tras la llegada de dispositivos como ROG Xbox Ally, la compañía ha reorientado parte de su estrategia hacia una nueva consola que aspira a dar un salto notable en rendimiento y diseño.
La presidenta de Xbox, Sarah Bond, ha dejado caer que la máquina será una propuesta muy premium y de gama alta, con una experiencia cuidada. No hay especificaciones oficiales todavía, pero el discurso corporativo y los últimos indicios apuntan a un hardware más ambicioso que en generaciones recientes.
Una consola de gama muy alta: lo que ha dicho Xbox
En entrevistas recientes, Bond ha insistido en que la próxima Xbox ofrecerá una experiencia de alto nivel, con un enfoque más selecto que el de los modelos de entrada. Aunque no se ha compartido una fecha ni detalles técnicos cerrados, la directiva sugiere que la filosofía de producto será exigente con el rendimiento y el acabado.
De hecho, la propia ejecutiva reconoce que en su ecosistema portátil actual ya pueden verse pistas de lo que viene: soluciones pensadas para jugar de forma cómoda, con un sistema más abierto y una gestión unificada de la biblioteca. Es un cambio de tono que marca distancia con la propuesta asequible de Series S.
Estrategia y precio: adiós al modelo económico
Todo apunta a que esta vez no habrá un equivalente directo a Series S. La estrategia se desplazaría hacia un producto más exclusivo, con materiales y prestaciones pensadas para quienes buscan un hardware de primer nivel. El mensaje es claro: no será una consola barata.
Hay señales que refuerzan esa percepción: los kits de desarrollo para estudios han registrado un incremento global de costes, pasando de alrededor de 1.500 a 2.000 dólares. Aunque no determina el PVP final, sí sugiere un escenario en el que los componentes y el diseño premium se traduzcan en un precio superior al de anteriores generaciones.
Un planteamiento híbrido entre consola y PC
La colaboración con ASUS en la familia ROG Xbox Ally ha mostrado una interfaz que alterna con soltura entre un entorno tipo Xbox y Windows, permitiendo gestionar juegos con mandos y acceder a tiendas de terceros. Ese concepto encaja con una próxima Xbox más cercana al PC, sin renunciar al ecosistema propio.
- Integración más estrecha con Windows y su ecosistema.
- Funciones de IA y servicios de nube para nuevas experiencias.
- Énfasis en compatibilidad y preservación del catálogo.
Rumores de hardware: del supuesto AMD «Magnus» a la GDDR7
En el terreno de las filtraciones, varias voces apuntan a una estrecha colaboración con AMD y a un chip de nueva hornada conocido como “Magnus”, fabricado en 3 nm. Se habla de diseño con chiplets, una GPU basada en RDNA 5 y una NPU dedicada para tareas de inteligencia artificial.
Entre los detalles oficiosos que más se repiten figuran configuraciones con decenas de unidades de cómputo en la GPU, un conjunto híbrido de núcleos en CPU de la familia Zen 6/6c, y memoria unificada de última generación como la GDDR7 con capacidades muy por encima de la actual. Todo ello, insistimos, son datos no confirmados que encajan con un producto de gama muy alta.
Calendario, ecosistema y competencia
Las quinielas sitúan la ventana de lanzamiento hacia 2027, en paralelo a los planes de la competencia. Algunos insiders especulan con que el rendimiento podría superar al de la próxima PlayStation, pero tener la máquina más potente no garantiza, por sí solo, liderar la generación sin buenos exclusivos y herramientas de desarrollo eficaces.
Los próximos pasos de Microsoft irán, previsiblemente, por consolidar un ecosistema que una consola, PC y nube, además de reforzar la acogida de desarrolladores. La compañía ya ha desmentido la idea de abandonar el hardware, y las pistas oficiales insisten en una propuesta ambiciosa, bien integrada y orientada a usuarios exigentes.
Todo indica una Xbox con enfoque premium, probable planteamiento híbrido y una hoja de ruta que, entre rumores técnicos, apunta a 2027. A falta de precios y especificaciones definitivos, el movimiento sugiere un giro hacia un hardware más capaz, una integración mayor con Windows y la nube, y una estrategia que prioriza la calidad por encima del coste.
