- Un estudio independiente señala que Chrome recopila más tipos de datos en móvil que sus rivales.
- Incluye información sensible como historial, datos de pago y hasta la agenda de contactos del teléfono.
- La ubicación también se recoge: Safari, Chrome y Opera de forma aproximada; Bing precisa.
- Se proponen alternativas como DuckDuckGo o Firefox para un mejor equilibrio entre privacidad y funciones.
La privacidad en el móvil vuelve a estar bajo la lupa y, según una investigación reciente, Chrome se situaría como la opción menos aconsejable en Android si te preocupa limitar la recogida de datos personales.
El informe, elaborado por la empresa de ciberseguridad Surfshark, concluye que el navegador de Google acumula más categorías de información que sus competidores, llegando a abarcar historial de navegación, datos de pago guardados e incluso la lista de contactos.
Qué revela la investigación de Surfshark
La metodología analizó las 10 apps de navegación más populares en Estados Unidos (identificadas con AppMagic) y añadió Safari por ser nativa en iPhone, evaluando si recaban datos para fines publicitarios de terceros y qué tipo de información manejan.
Entre las conclusiones generales aparece una tendencia clara: los navegadores con mayor uso suelen recopilar más datos. Además, el 30% de los analizados (como Brave, Opera, DuckDuckGo, Edge y Firefox) recogen información para publicidad de terceros, ya sea mostrando anuncios en la app o compartiendo datos con socios publicitarios.
En ese contexto, Chrome destaca por encima del resto al reunir 20 tipos distintos de datos en múltiples categorías, entre ellas contacto, financieros, ubicación, historial de navegación y búsqueda, identificadores, uso y diagnósticos.
Según el estudio, Chrome es el único que accede a la agenda de contactos del teléfono, mientras que la media del resto se queda en 6 tipos de datos; Bing aparece como segundo más “hambriento” con 12 tipos.
Los navegadores con foco en privacidad tienden a ser más restrictivos. Brave limita la recogida a identificadores y datos de uso, y TOR, que puedes configurar en Chrome, prescinde por completo de información del usuario al priorizar el anonimato y evitar el rastreo.
Ubicación, publicidad y cuota de mercado
El tratamiento de la ubicación es otro punto sensible: el 40% de las aplicaciones analizadas recoge ubicación aproximada, con Safari, Chrome y Opera en ese grupo, mientras que Bing es el único señalado por obtener ubicación precisa.
En cuanto a la explotación publicitaria, el informe indica que Chrome, Opera y Pi Browser recaban datos con fines de publicidad de terceros, algo que puede implicar mostrar anuncios ajenos en la app o compartir información con socios comerciales. En este apartado destaca la explotación publicitaria como vector de monetización.
A esta realidad se suma el peso de mercado: alrededor del 90% de la cuota móvil, con especial implantación en países como Reino Unido, Alemania, Francia y Corea del Sur, lo que amplifica el impacto de sus prácticas.
Ante ese escenario, los investigadores apuntan a opciones como DuckDuckGo o Firefox, que buscan un equilibrio entre funcionalidad y privacidad manteniendo la recopilación en ítems como información de contacto, identificadores, uso y diagnósticos, sin llegar al alcance de Chrome.
Qué implica para quienes navegan en Android
Para usuarios de Android, el hallazgo sugiere valorar la exposición de datos que supone el navegador por defecto: si se almacenan contactos o detalles de pago, el perfil de riesgo aumenta y conviene revisar ajustes y permisos.
La decisión no tiene por qué ser drástica, pero sí informada: puedes optar por navegadores más prudentes en la recogida o mantener Chrome con una configuración más estricta de privacidad, sabiendo qué cedes y para qué.
También suma controlar el acceso a la ubicación, fijar un navegador alternativo como predeterminado si te encaja y revisar las políticas de publicidad y seguimiento de cada app, porque no todas manejan los mismos niveles de detalle.
Con todo lo anterior, queda un panorama claro: Chrome presenta una huella de datos notablemente superior a la media, y hay alternativas que, sin renunciar a la funcionalidad, imponen límites más estrictos a la recolección.