Bienvenido, lector. En este artículo se explicará cómo solucionar el problema de rendimiento lento después de actualizar a Windows 11/10. Los pasos a seguir son los siguientes:
Paso 1: Detener el servicio de actualización de Windows
Para comenzar, haz clic en Inicio y selecciona Configuración. A continuación, haz clic en Actualización y seguridad y luego introduce services en la barra de búsqueda de Windows. Selecciona Servicios para abrir la ventana de servicios. Busca el servicio de actualización de Windows y haz clic derecho en él para seleccionar Detener.
Paso 2: Eliminar los archivos de la carpeta SoftwareDistribution
Abre el Explorador de archivos y navega hasta la unidad C. Encuentra la carpeta Windows y ábrela. Luego, localiza la carpeta SoftwareDistribution y elimina todas las carpetas y archivos que encuentres en ella.
Paso 3: Verificar y reparar archivos de sistema
Escribe CMD en la barra de búsqueda de Windows y haz clic derecho en el símbolo del sistema para seleccionar Ejecutar como administrador. En la ventana del símbolo del sistema, escribe sfc /scannow y presiona Enter. Luego, escribe dism /online /cleanup-image /restorehealth y presiona Enter de nuevo.
Paso 4: Limpiar el disco
Escribe Liberador de espacio en disco en la barra de búsqueda de Windows y haz clic en la aplicación. Selecciona todas las opciones y elimina los archivos.
Paso 5: Deshabilitar aplicaciones de inicio no deseadas
Escribe Msconfig en la barra de búsqueda de Windows y haz clic en Configuración del sistema. En la pestaña Arranque, haz clic en Opciones avanzadas. Cambia el Procesador máximo al valor deseado. Luego, ve a la pestaña Inicio y haz clic en Administrador de tareas. Deshabilita todas las aplicaciones de inicio que no desees.
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