Google presenta Disco, el navegador con IA que cambia la forma de navegar

Última actualización: diciembre 12, 2025
Autor: Isaac
  • Disco es un navegador experimental de Google Labs construido sobre Chromium y potenciado por Gemini 3.
  • Su función estrella son las GenTabs, pestañas inteligentes que generan mini-aplicaciones interactivas.
  • Permite usar lenguaje natural para crear herramientas personalizadas sin necesidad de programar.
  • Está disponible inicialmente por invitación y solo en macOS, con previsión de expansión futura.

Navegador con inteligencia artificial

Google ha dado a conocer Disco, un navegador experimental con inteligencia artificial que quiere ir más allá de las pestañas tradicionales y los simples resultados de búsqueda. En lugar de limitarse a mostrar páginas web, este proyecto apuesta por generar interfaces interactivas en tiempo real capaces de ayudar al usuario a resolver tareas complejas desde una sola ventana.

La idea es que la navegación deje de ser únicamente una secuencia de enlaces y pestañas abiertas y pase a convertirse en un entorno donde se puede crear, organizar y trabajar con información de forma dinámica. Disco nace como experimento dentro de Google Labs y, al menos en esta primera fase, solo está disponible en macOS y mediante lista de espera, arrancando de momento en Estados Unidos con la vista puesta en ampliar el acceso progresivamente si la recepción es positiva.

Qué es Disco y por qué Google lo plantea como un experimento

Disco se presenta como un “vehículo para reinventar la navegación y la creación web moderna”, según la propia Google. Está construido sobre Chromium, la misma base técnica de Chrome, de modo que mantiene elementos reconocibles como el diseño general de pestañas o la barra de direcciones cuando se visita una página convencional.

La compañía parte de una constatación que cualquier usuario en España o Europa puede reconocer fácilmente: las tareas en línea se han vuelto cada vez más complejas. Planificar un viaje, comparar productos, estudiar un tema o diseñar un proyecto implica a menudo abrir decenas de pestañas, saltar entre webs, copiar y pegar datos y perder tiempo organizando información que se dispersa por todo el navegador.

Frente a esa experiencia un tanto caótica, Google sostiene que la propia web “tiene la oportunidad de adaptarse a la complejidad” y que Disco pretende ser una prueba de cómo podría ser esa adaptación. Google Labs lo enmarca explícitamente como un experimento para aprender, junto a los usuarios, qué esperan realmente de un navegador con IA integrada y cómo debería comportarse.

Al tratarse de un proyecto experimental, Disco arranca con un acceso muy limitado y controlado. Google ha habilitado una lista de espera para quienes quieran probarlo y, de momento, solo contempla la versión para macOS. Esto permite a la compañía recabar comentarios, corregir problemas y decidir qué conceptos tienen sentido llevar después a productos más masivos.

GenTabs: las pestañas inteligentes que se convierten en mini-aplicaciones

El elemento más llamativo de Disco son las GenTabs, unas pestañas inteligentes que funcionan como aplicaciones web interactivas. En lugar de abrir únicamente una página, estas pestañas se generan al vuelo con ayuda del modelo de IA Gemini 3, que analiza lo que el usuario necesita y construye una herramienta específica para esa tarea.

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Según explica Google, Disco es capaz de examinar las pestañas abiertas, el historial de chat y las instrucciones en lenguaje natural para determinar qué tipo de GenTab tiene más sentido en cada momento. El usuario no tiene que programar ni diseñar nada: basta con escribir qué necesita y el sistema se encarga de armar la interfaz adecuada.

En los ejemplos mostrados por la compañía, se ve cómo, al planificar un viaje, una GenTab actúa como planificador interactivo: integra calendario, rutas, mapas y tarjetas con datos relevantes, como el nivel de afluencia en determinadas ciudades o recomendaciones bajo el epígrafe de “consejos para gestionar multitudes”. Todo ello se presenta como una única aplicación dentro del navegador, sin necesidad de saltar entre múltiples webs y documentos.

En lugar del favicon clásico de una pestaña, estas GenTabs muestran un icono con la chispa de Gemini, señalando que se trata de una experiencia generada por IA. Aun así, Google subraya que “cada elemento generativo se vincula a la web” y que se mantiene la conexión con las fuentes originales, que se pueden abrir en pestañas convencionales para profundizar en la información.

La promesa de fondo es que el navegador se convierta en un espacio donde las pestañas dejan de ser simples contenedores de páginas y pasan a ser auténticas herramientas de trabajo adaptadas a lo que el usuario está haciendo en cada momento, ya sea organizar un viaje, montar un plan de estudios o preparar un proyecto profesional.

Cómo funciona la IA de Disco en el día a día

Uno de los cambios más notables es que el cuadro de chat de Disco actúa también como barra de direcciones. El usuario puede escribirle a la IA con lenguaje natural (“ayúdame a organizar un viaje a Japón en primavera”, “explícame el sistema solar con un modelo 3D”, “propón un menú semanal equilibrado”) y, a partir de esa petición, el navegador decide si mostrar resultados tradicionales, generar una GenTab o combinar ambas cosas.

Cuando se accede a una web concreta, aparece la barra de direcciones clásica como en cualquier navegador basado en Chromium, de forma que no se rompe por completo la experiencia habitual. La diferencia está en que, en paralelo, Disco puede ir sugiriendo herramientas generativas que complementen lo que el usuario está haciendo, como un planificador de comidas, un asistente de jardinería o un entorno interactivo de aprendizaje.

En el caso del viaje a ver los cerezos en flor en Japón, la interfaz mostrada por Google combina varios elementos. A la izquierda, una columna de chat permite ir introduciendo preguntas y refinando las indicaciones. A la derecha, un riel vertical sirve para cambiar rápidamente entre distintas instrucciones o sub-tareas relacionadas con el mismo proyecto.

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La respuesta de Disco incluye enlaces a páginas que se pueden abrir en segundo plano en pestañas normales, pero también genera el planificador de viaje como GenTab. Esta pestaña ofrece calendario, itinerarios, mapas interactivos y tarjetas con información sobre épocas recomendadas, niveles de ocupación, opciones de alojamiento o tendencias históricas de floración. Al pulsar en secciones como “tendencias históricas de floración” o “reservar estancias cercanas”, el propio GenTab se actualiza en tiempo real.

La filosofía es que no haga falta tener conocimientos técnicos para sacar partido de la IA. Google insiste en que no es necesario escribir una sola línea de código: el usuario describe la herramienta que necesita y va puliendo los detalles mediante lenguaje natural. En función de la tarea, Disco incluso puede sugerir nuevas aplicaciones generativas que quizá el usuario no había considerado, con el objetivo de agilizar todavía más el flujo de trabajo.

De la búsqueda de información a la creación de experiencias interactivas

Con Disco, Google da un paso más respecto a lo visto en otros asistentes basados en IA que se limitan a resumir páginas o a responder preguntas. Aquí la apuesta es que el navegador sea capaz de generar interfaces ricas, con imágenes, calendarios, mapas y diseños complejos, todo ello directamente a partir de una conversación con el usuario.

Entre los ejemplos que la compañía ha mencionado se encuentran planificadores de menús semanales con componentes visuales, asistentes de jardinería con imágenes y esquemas, o módulos educativos que permiten, por ejemplo, “aprender sobre el sistema solar con un modelo interactivo 3D”. En vez de saltar de un artículo a otro, el usuario obtiene una experiencia específica creada para esa finalidad.

Este enfoque pretende transformar el acto de navegar. Si hasta ahora la web era sobre todo un lugar donde buscar y consultar información, Disco apunta a un escenario en el que el navegador se convierte en un espacio donde se diseñan y manipulan herramientas personalizadas según la necesidad de cada momento. Todo ello manteniendo, al menos sobre el papel, la conexión con la web abierta y las fuentes originales.

Google enmarca Disco dentro de sus esfuerzos por entender cómo quieren los usuarios relacionarse con la información en una era dominada por la IA generativa. La compañía asegura que su intención es aprender más rápido permitiendo que la gente pruebe estas ideas en un contexto real y compartir ese aprendizaje con la comunidad tecnológica.

En Europa, donde el debate sobre la regulación de la IA y la transparencia de los algoritmos es especialmente intenso, habrá interés por comprobar cómo se aplican estas funciones en mercados con marcos normativos más exigentes. Aunque por ahora el experimento arranca en Estados Unidos, el diseño de Disco y el posible salto de sus ideas a productos globales como Chrome obligarán a Google a tener en cuenta las normativas europeas en materia de datos y explicabilidad.

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Disponibilidad, futuro del proyecto y posible llegada a Chrome

Desde el primer momento, Google deja claro que Disco no es todavía un producto generalista. La versión inicial se limita a macOS y su acceso pasa por apuntarse a una lista de espera a través de Google Labs, que irá dando entrada a pequeños grupos de usuarios. Este enfoque escalonado permite probar la estabilidad del navegador, recabar opiniones y ajustar la experiencia sin desplegarla de golpe a millones de personas.

La compañía reconoce que, a medida que vaya obteniendo feedback, las funciones y la propia interfaz de Disco pueden cambiar de forma significativa. No se trata de un producto cerrado, sino de un laboratorio en marcha donde se exploran ideas que quizá no lleguen a consolidarse, mientras que otras podrían evolucionar hasta convertirse en características estándar en el ecosistema de Google.

En ese sentido, Google ha señalado que las “ideas más convincentes” surgidas en Disco podrían, en el futuro, llegar a productos de mayor alcance. La referencia, sin nombrarlo directamente, apunta a Chrome y al resto de servicios de la compañía, que ya han comenzado a integrar funciones basadas en Gemini en contextos como la búsqueda, la edición de documentos o la productividad.

Para el usuario europeo, esto significa que, aunque Disco tarde en aterrizar oficialmente en la región o se mantenga como proyecto limitado, muchas de sus innovaciones podrían incorporarse poco a poco en navegadores y servicios que sí están disponibles en la Unión Europea. La gestión inteligente de pestañas, la generación de interfaces a medida o el uso del chat como eje central de la navegación son candidatas claras a extenderse más allá de este experimento.

Google también subraya la dimensión colaborativa del proyecto. Al poner Disco en manos de usuarios reales, incluso en un entorno restringido, la empresa espera recibir ideas, detectar fricciones y entender qué tipos de experiencias generativas resultan realmente útiles. Esa interacción servirá, en teoría, para ajustar tanto el propio Disco como las futuras versiones de otros productos.

En paralelo, seguirán muy de cerca cómo reaccionan otros actores del sector, desde navegadores emergentes con IA integrada hasta plataformas de búsqueda alternativas. La competencia en este terreno es intensa y, aunque Google llega con una posición dominante en navegación y búsqueda, el éxito de propuestas como Disco dependerá de que ofrezcan un valor claro sin resultar invasivas o demasiado complejas para el usuario medio.

Disco se perfila como un experimento ambicioso que anticipa una posible evolución de los navegadores hacia entornos más conversacionales y centrados en tareas. Si las GenTabs y el enfoque de Gemini 3 encajan con lo que la gente espera de la web, es probable que veamos muchas de estas ideas adaptadas y extendidas en los próximos años, tanto en España como en el resto de Europa, a medida que Google y otros actores incorporen la IA de forma más profunda en la experiencia de navegar.