Google no venderá Chrome: el juez descarta la desinversión y fija nuevas reglas

Última actualización: septiembre 4, 2025
Autor: Isaac
  • No habrá venta de Chrome ni de Android; el tribunal opta por remedios de conducta.
  • Fin de los acuerdos de exclusividad y límites a cláusulas de preinstalación, aunque se permiten pagos por prominencia.
  • Google deberá compartir ciertos datos de búsqueda y ofrecer sindicación de anuncios de texto; transparencia adicional en subastas.
  • El mercado aplaude la decisión y rivales critican que las medidas no nivelan del todo la competencia.

Google Chrome y fallo judicial antimonopolio

El martes, un juez federal de EE. UU. confirmó que Google no estará obligado a desprenderse de su navegador, de modo que Google no tendrá que vender Chrome. La decisión despeja meses de especulación sobre una posible ruptura del grupo en el marco del gran caso antimonopolio.

Aun cuando el tribunal ya había concluido que la compañía incurrió en conductas monopolísticas bajo la Sección 2 de la Ley Sherman, el remedio escogido se centra en limitar prácticas y contratos, no en desmantelar productos clave. La resolución se emitió el 2 de septiembre de 2025.

Qué ha decidido el juez y por qué no habrá desinversión

El magistrado Amit Mehta descartó exigir la venta de Chrome o del sistema operativo Google Chrome en Android, al considerar que una desinversión de ese calibre sería desproporcionada y podría perjudicar a usuarios y socios. El tribunal optó por imponer obligaciones de comportamiento para abrir el mercado sin fragmentar los activos.

En su razonamiento, el juez subraya que anticipar el rumbo tecnológico —marcado por la irrupción de la IA generativa— obliga a actuar con cautela: no ve probado que separar Chrome sea el remedio adecuado para restablecer la competencia en búsquedas.

Relacionado:  Cambiar DNS a Servidores DNS Públicos de Google para una navegación más rápida.

Cambios obligatorios para Google

La sentencia incorpora un paquete de medidas que limita la capacidad de Google para blindar posiciones predeterminadas y obliga a compartir cierta información con rivales calificados.

  • Fin de los acuerdos de exclusividad relacionados con la distribución de Google Search, Chrome, Google Assistant y la app Gemini.
  • Prohibición de cláusulas que impidan a socios preinstalar o distribuir alternativas de la competencia, o que condicionen licencias y reparto de ingresos a mantener productos de Google más de un año.
  • Obligación de ofrecer a terceros servicios de búsqueda y sindicación de anuncios de texto, además de divulgar públicamente cambios relevantes en las subastas de anuncios para dar más transparencia.
  • Compartir con rivales determinados datos del índice de búsqueda y de interacción de usuarios; se excluyen los datos publicitarios.
  • Se mantiene la posibilidad de remunerar a fabricantes y operadores para la preinstalación o para posiciones destacadas, lo que preserva en parte el conocido “poder del valor por defecto”.
  • No se imponen restricciones a futuras inversiones o adquisiciones en áreas como búsqueda, publicidad o IA.

En conjunto, el fallo pretende rebajar la ventaja estructural del buscador, incluida la barra de direcciones, sin impedir que Google compita mediante incentivos comerciales legítimos.

Reacciones del sector e impacto inmediato

La noticia fue bien recibida por los inversores: las acciones de Alphabet repuntaron en torno a un 7% en las operaciones posteriores al cierre, al disiparse el riesgo de una ruptura de activos estratégicos.

Entre los competidores hubo malestar. Desde DuckDuckGo, su dirección valoró que las medidas no bastan para garantizar una competencia en igualdad, al considerar que Google conservará una posición ventajosa gracias a su presencia por defecto en muchos dispositivos.

Relacionado:  Cómo agregar o crear un nuevo usuario en Chromebook [Tutorial]

El peso del navegador en el ecosistema sigue siendo notable: en julio, Chrome concentró aproximadamente el 63,7% de cuota del mercado de navegadores, según Similarweb, un contexto que explica por qué su posible venta estuvo sobre la mesa.

Por parte de la compañía, portavoces regulatorios han señalado que estudiarán la decisión con detalle y han expresado preocupación por el intercambio de datos con terceros, por el posible impacto en la privacidad de los usuarios.

Cómo se llegó hasta aquí: del caso de 2020 a los intentos de compra

El Departamento de Justicia demandó a Google en 2020 por mantener un monopolio en búsquedas mediante pagos multimillonarios para ser el buscador predeterminado en dispositivos y navegadores —acuerdos con Apple, Samsung, Mozilla o AT&T— que dificultaban la entrada de alternativas como Bing o DuckDuckGo.

En 2024, el mismo tribunal ya había concluido que Google era dominante de forma ilegal en búsqueda general y que cobraba precios supracompetitivos en anuncios de texto. De forma paralela, otro procedimiento federal apuntó a su posición en la tecnología publicitaria.

Todo ello llegaba menos de un año después de que Google aceptara pagar alrededor de 700 millones de dólares para cerrar un litigio sobre la Play Store, señal del escrutinio regulatorio creciente sobre la compañía.

Con la posibilidad de una desinversión sobre la mesa, surgieron interesados: la empresa de IA Perplexity llegó a plantear una oferta de 34.500 millones de dólares por Chrome y también sonó el interés de OpenAI, con la idea de acomodar un eventual remedio antimonopolio.

Qué cabe esperar a partir de ahora

En la práctica, Google deberá adaptar contratos y procesos técnicos para cumplir con el fallo, incluida la apertura de datos específicos a rivales elegibles y la publicación de cambios en subastas de anuncios de texto.

Relacionado:  Descargar Windows Live Movie Maker en Windows 11

Aunque se vetan las exclusividades, la compañía podrá seguir pactando pagos por preinstalación o prominencia, lo que podría sostener parte de su ventaja de “ser el predeterminado” en muchos dispositivos.

La empresa ha dejado la puerta abierta a recursos y el juez admitió que el auge de la IA generativa podría alterar el terreno competitivo, de modo que la efectividad de las medidas se medirá con el tiempo.

El tribunal no pulveriza Chrome, pero reordena las reglas del juego: se refuerzan las exigencias de transparencia y acceso a datos mientras Google conserva la posibilidad de competir con acuerdos comerciales, en un mercado de búsqueda y navegación cada vez más tensionado por la IA.

Artículo relacionado:
Cómo hago para configurar google chrome