Cómo configurar mi notebook para que cuando la cierro no se suspenda

En muchas ocasiones, al cerrar la tapa de nuestro notebook, éste entra automáticamente en modo suspensión. Aunque esto puede ser útil para ahorrar energía y prolongar la duración de la batería, en algunos casos puede resultar inconveniente, especialmente si necesitamos que el equipo siga funcionando mientras está cerrado. En este tutorial te enseñaremos cómo configurar tu notebook para que no se suspenda al cerrar la tapa y así poder utilizarlo de la manera que más te convenga.

Optimiza el rendimiento de tu PC desactivando la suspensión automática

Cuando se trata de trabajar con una notebook, es importante que la configuración se ajuste a nuestras necesidades para obtener un rendimiento óptimo. Uno de los problemas más comunes que pueden afectar a la productividad es la suspensión automática que se activa cuando se cierra la notebook.

Por defecto, muchas notebooks están configuradas para que la suspensión automática se active cuando se cierra la tapa. Esto puede ser útil para ahorrar energía, pero también puede ser frustrante si estás trabajando en algo importante y necesitas cerrar la notebook por un momento.

Para evitar que esto suceda, puedes desactivar la suspensión automática de tu notebook. De esta manera, podrás cerrar la tapa sin que la notebook se suspenda automáticamente.

Para desactivar la suspensión automática en una notebook con Windows 10, sigue estos pasos:

  1. Haz clic en el botón de inicio y selecciona «Configuración».
  2. Selecciona «Sistema» y luego «Energía y suspensión».
  3. En «Configuración relacionada», haz clic en «Configuración adicional de energía».
  4. Selecciona «Cambiar la configuración del plan» junto al plan de energía que esté activo.
  5. Haz clic en «Cambiar la configuración de energía avanzada».
  6. En la lista desplegable «Suspender», selecciona «Nunca».
  7. Haz clic en «Aplicar» y luego en «Aceptar» para guardar los cambios.
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Con estos pasos, tu notebook ya no se suspenderá automáticamente cuando cierres la tapa. Esto no solo te permitirá trabajar de manera más eficiente, sino que también puede ayudar a optimizar el rendimiento de tu PC al evitar las interrupciones innecesarias que pueden afectar a la velocidad y la productividad.

Con solo unos pocos clics, puedes ajustar la configuración de energía para adaptarla a tus necesidades y obtener el máximo provecho de tu dispositivo.