- Llega a España y Europa el nuevo App Directory de ChatGPT con 51 apps integradas.
- Los antiguos conectores pasan a llamarse aplicaciones y se dividen en Productividad y Estilo de vida.
- OpenAI abre su SDK para que terceros creen experiencias interactivas dentro del propio chatbot.
- La compañía explora futuras vías de monetización y posibles apps de pago, aunque por ahora todo el catálogo es gratuito.

ChatGPT ha dejado de ser solo un chat al que hacerle preguntas rápidas. Con el lanzamiento de su nuevo directorio de aplicaciones integrado, el servicio de OpenAI se convierte en una especie de plataforma desde la que es posible reservar un hotel, revisar correos, planificar un viaje o buscar música sin salir de la misma ventana.
Este movimiento encaja de lleno con la ambición de la compañía: transformar ChatGPT en un centro de operaciones digital, muy cercano al concepto de “app para todo” que triunfa en Asia. En España y en el resto de Europa, los usuarios ya pueden empezar a trastear con esta tienda de apps, que se integra directamente en la interfaz del chatbot y que, por ahora, funciona en un modo de acceso gratuito para todos los planes.
Qué es el nuevo App Directory de ChatGPT
OpenAI ha activado oficialmente su App Directory dentro de ChatGPT, una nueva sección desde la que se pueden descubrir y conectar herramientas de terceros que funcionan integradas en las conversaciones. Lo que antes eran unos pocos conectores aislados se ha convertido ahora en un catálogo mucho más amplio, con apps de compañías tan conocidas como Google, Apple, Microsoft, Adobe, Booking.com, Uber o Spotify.
El objetivo es claro: usar ChatGPT como puerta de entrada a otros servicios, de forma que sea el propio asistente quien gestione gran parte de las tareas. Desde la misma conversación puedes pedirle que busque un apartamento en una ciudad concreta, que genere un resumen de una reunión de Zoom o que prepare una lista de la compra y la envíe a un servicio de reparto compatible.
Sam Altman, CEO de OpenAI, ya había adelantado hace semanas que la empresa quería construir una plataforma más robusta, con funciones propias de un ecosistema completo, y el lanzamiento del navegador Atlas. Entre esas funciones, una tienda de apps integrada en ChatGPT era prácticamente la más evidente, especialmente viendo cómo otras plataformas tecnológicas sueñan con convertirse en “super apps”.
En este contexto, el directorio de aplicaciones de ChatGPT se aproxima a esa aspiración que en su día verbalizó Elon Musk para X (antes Twitter) o que ya materializan servicios asiáticos como WeChat: una única interfaz desde la que realizar tareas muy distintas y gestionar buena parte de la vida digital diaria, y frente a nuevos rivales como el navegador Comet de Perplexity.
Según la documentación oficial, este App Directory está diseñado para que tanto usuarios finales como empresas puedan encontrar de forma sencilla integraciones listas para usar, sin necesidad de lidiar con configuraciones complejas o desarrollos a medida.

De conectores a aplicaciones: cambio de nombre y de enfoque
Junto con el lanzamiento del directorio, OpenAI ha aprovechado para cambiar por completo la terminología. Los antiguos “conectores” que permitían traer datos desde servicios externos pasan ahora a considerarse “aplicaciones” dentro de ChatGPT, unificando bajo el mismo paraguas tanto las integraciones simples como las experiencias más interactivas.
En la página de soporte se detallan los nuevos nombres. Las integraciones centradas en archivos, como Google Drive o Dropbox, ahora se denominan “apps con búsqueda de archivos”. Las que realizan análisis prolongados o consultas complejas pasan a llamarse “apps con investigación en profundidad”, y las que sincronizan información de forma continua se conocen como “apps con sincronización”. Todo ello mantiene las mismas funciones que antes, pero envuelto en un lenguaje más cercano a una tienda de apps tradicional.
Este cambio no es solo cosmético. Al agrupar todo bajo el concepto de “aplicaciones”, OpenAI deja claro que las experiencias dentro de ChatGPT van más allá de simples extensiones. Cualquier herramienta que interactúa con tus datos, tu memoria o tus servicios externos se presenta como una app que vive y funciona dentro del propio chatbot.
Importa también el uso que hacen estas aplicaciones de la función de Memoria de ChatGPT. OpenAI especifica que, si la Memoria está activada, muchas de estas apps pueden aprovechar esa información para ajustar las respuestas, recomendaciones o flujos de trabajo, siempre que el usuario lo consienta.
Además, la compañía recuerda que, en los planes Free, Plus, Go y Pro, parte de la información de uso podría emplearse para entrenar sus modelos de IA cuando el usuario tiene activada la opción de “mejorar el modelo para todos”. Es un aspecto que conviene revisar con calma en la configuración de privacidad antes de lanzarse a conectar cuentas y servicios.
Cómo se organiza la tienda de aplicaciones dentro de ChatGPT
La nueva tienda está integrada directamente en la barra lateral de ChatGPT, tanto en la versión web como en las apps móviles para Android e iOS. En España ya aparece un apartado llamado “Aplicaciones” que da acceso al directorio completo y a las distintas categorías.
La estructura es bastante sencilla. Nada más entrar, el usuario se encuentra con varias secciones, entre las que destacan Destacado, Estilo de vida y Productividad. En Destacado se muestran las apps que OpenAI quiere poner en primera línea, ya sea por su popularidad, por acuerdos recientes o porque demuestran bien lo que se puede hacer con este nuevo modelo de integración.
Las categorías de Estilo de vida y Productividad son las que concentran el grueso del catálogo. En cada una de ellas aparecen tarjetas con el nombre y una breve descripción de la app, acompañadas de un botón para conectarla. Si el usuario quiere algo concreto, el directorio también incluye un buscador interno para localizar servicios específicos que ya se hayan publicado.
Al seleccionar una aplicación se abre una especie de perfil similar al de las tiendas móviles, con un texto explicativo, imágenes y el botón Conectar. Desde ahí es posible ver quién está detrás de la app, enlaces a su web oficial y, en algunos casos, información sobre permisos y uso de datos.
OpenAI señala que no todas las aplicaciones están disponibles en todos los países, pero en Europa ya hay una oferta variada que incluye herramientas muy conocidas y otras más de nicho, pensadas para sectores profesionales concretos o para automatizar tareas específicas.
Lista de apps disponibles en España: productividad y estilo de vida
En España la sección de aplicaciones se estrena con 51 integraciones activas, según el listado que maneja la propia OpenAI. El catálogo se organiza en dos grandes grupos: Productividad, por un lado, y Estilo de vida, por otro. La idea es que, desde el primer día, el usuario tenga a mano tanto servicios orientados al trabajo como otros más centrados en el ocio y la vida cotidiana.
En la categoría de Productividad se incluyen aplicaciones para correo, calendario, gestión de proyectos, CRM, diseño, despliegue de software o análisis de datos. Entre las más reconocibles están Gmail, Google Calendar, Google Drive, Notion, Slack, Teams, Zoom, Figma, GitHub, GitLab Issues, Monday.com, Stripe, Replit, SharePoint, Zoho o Vercel, además de integraciones financieras como LSEG o Morningstar y herramientas para marketing y ventas como Mailchimp, Klaviyo, Hub de CRM y otros servicios empresariales.
Dentro de esta misma categoría también se encuentran soluciones educativas como Khan Academy, pensadas para generar ejercicios o contenidos formativos, y plataformas de código como Netlify o Replit, que permiten crear, desplegar o ajustar aplicaciones directamente con ayuda de la IA.
En el apartado de Estilo de vida se agrupan las apps asociadas a ocio, viajes, restauración, ejercicio físico o compras. Aquí aparecen servicios como Apple Music, Spotify, Booking.com, Expedia, Tripadvisor, AllTrails, TheFork, Uber, Uber Eats, Instacart, DoorDash, OpenTable, Peloton, Zillow o Target. Muchas de estas apps permiten realizar acciones sin salir de la conversación, como reservar un restaurante, pedir comida a domicilio o preparar una ruta de senderismo.
A esta lista se suman otras integraciones que, aunque no figuren en todos los listados oficiales, ya están presentes en el directorio europeo, como las de Adobe (Express, Photoshop), Canva o algunas herramientas adicionales de diseño y creación de contenido. En cualquier caso, OpenAI deja claro que el catálogo se irá ampliando con el tiempo y que habrá apps específicas por región.
Ejemplos prácticos: de la música a las reservas de viaje
El valor de la tienda de apps no está tanto en la cantidad de iconos como en las acciones concretas que puedes realizar desde el propio ChatGPT. Algunos ejemplos ilustran bien hasta dónde quiere llegar OpenAI con este enfoque de “todo en uno”.
Con la app de Apple Music, disponible en España, es posible pedirle al chatbot que busque canciones concretas, que genere playlists para un estado de ánimo o un evento o que gestione parte de tu biblioteca musical sin tener que cambiar de app. El funcionamiento es similar con Spotify, donde los usuarios premium pueden aprovechar la conexión para descubrir listas de reproducción ajustadas a sus gustos o al contexto que describan en el chat.
En el terreno de los viajes, herramientas como Booking.com, Expedia o Tripadvisor permiten que ChatGPT actúe como intermediario: puedes describir qué tipo de escapada quieres, ajustar el presupuesto, indicar fechas aproximadas y dejar que el asistente filtre y proponga opciones, que luego se pueden reservar a través de las propias apps.
Para el día a día, integraciones como DoorDash, Instacart, Uber o Uber Eats convierten las ideas que pides al asistente (recetas, menús semanales, planificación de compras) en carritos listos para encargar o en pedidos de transporte o comida. Es decir, el usuario pasa de la recomendación a la acción real en unos pocos pasos.
También se han integrado servicios centrados en la productividad personal y profesional, como Zoom, que facilita el acceso a resúmenes, grabaciones o pizarras de reuniones, o plataformas CRM y de gestión de proyectos (HighLevel, Pipedrive, Teamwork.com) que permiten consultar estados, tareas y acuerdos desde la propia ventana de ChatGPT.
Un SDK abierto para desarrolladores y nuevas experiencias interactivas
La tienda de apps no se limita a exponer integraciones ya hechas. OpenAI ha abierto su SDK (kit de desarrollo) para que terceros construyan experiencias pensadas desde el principio para ejecutarse dentro de ChatGPT, aprovechando sus capacidades conversacionales, el contexto de la sesión y, en algunos casos, la memoria del usuario.
Esto significa que cualquier desarrollador o empresa puede diseñar aplicaciones interactivas plug-and-play que vivan dentro de la interfaz del chatbot, similares a lo que han sido las apps móviles en las tiendas de Apple o Google, pero con la IA como motor principal. Estas experiencias se publican en el directorio y están pensadas para que los usuarios las descubran y las conecten con un clic.
OpenAI ha insistido en que priorizará la utilidad y la seguridad de las apps publicadas. El directorio incorpora mecanismos de moderación de contenido, sistemas de filtrado y herramientas de descubrimiento que favorecen las aplicaciones más fiables y mejor valoradas. La compañía también anima a los creadores a centrarse en nichos concretos y casos de uso bien definidos.
Para startups y equipos técnicos en España y el resto de Europa, este entorno supone una oportunidad para empaquetar soluciones basadas en IA sin necesidad de desplegar una app tradicional o una web compleja. Pueden integrar sus servicios directamente en ChatGPT, acceder a una base de usuarios global y, eventualmente, beneficiarse de modelos de reparto de ingresos cuando se activen.
Según ha indicado OpenAI, el marketplace destacará de forma especial aquellas apps que demuestren un encaje claro con la plataforma, que aporten valor añadido y que respeten las políticas de privacidad y uso de datos marcadas por la compañía.
Cómo usar las apps desde la interfaz de ChatGPT
En la práctica, utilizar esta tienda de aplicaciones es relativamente sencillo. Una vez conectada una app, el usuario puede invocarla directamente desde el cuadro de texto cuando prepara un mensaje para el chatbot, de forma similar a como se mencionan usuarios en redes sociales.
El método más directo consiste en usar el símbolo @ seguido del nombre de la aplicación. Al hacerlo, ChatGPT sugiere las apps conectadas y permite elegir la que se quiere utilizar en ese momento. Otra opción es recurrir al botón con el símbolo +, seleccionar “Más” y, desde ahí, escoger la app que se quiere añadir a la conversación.
Una vez seleccionada, la aplicación puede acceder a los datos necesarios (según los permisos concedidos) y devolver respuestas contextualizadas, ya sean recomendaciones, resúmenes de documentos, contenidos multimedia o acciones que se ejecutan fuera de la propia interfaz de ChatGPT.
Los perfiles de las apps incluyen información básica sobre qué datos se utilizan y cómo se gestionan. Es recomendable revisar esas condiciones, especialmente cuando se conectan servicios que contienen información sensible, como correos electrónicos, archivos corporativos o datos financieros.
Por ahora, todo el sistema de conexión de apps está disponible en las distintas modalidades de ChatGPT, incluidos los usuarios gratuitos, aunque algunas funciones concretas dependen de si se tiene una suscripción de pago en el servicio externo (por ejemplo, cuentas premium en plataformas de música o herramientas profesionales).
Privacidad, planes de pago y la gran incógnita de la monetización
Uno de los puntos que más preguntas genera es el de cómo planea OpenAI rentabilizar esta nueva tienda de aplicaciones. A día de hoy, el acceso al directorio y al uso de las apps se mantiene en modo “todo gratis” dentro de ChatGPT, pero la compañía admite que está explorando nuevas fórmulas a medio plazo.
En sus comunicados, OpenAI afirma que evalúa la introducción de bienes digitales y otras opciones de monetización que permitan compartir ingresos con desarrolladores y, al mismo tiempo, sostener la infraestructura de IA. No se han dado fechas ni detalles concretos, pero el mensaje deja entrever que en el futuro podría haber apps de pago, complementos premium o modelos de suscripción asociados a determinadas integraciones.
En paralelo, la firma mantiene un enfoque prudente con la publicidad directa dentro de ChatGPT. Aunque se da por hecho que en algún momento aparecerán anuncios o formas de patrocinio, la empresa habría optado por retrasar esta vía para no regalarle ventaja a competidores como Google y para evitar un rechazo frontal por parte de los usuarios.
Sobre la privacidad, OpenAI recuerda que las aplicaciones pueden hacer uso de la Memoria de ChatGPT si el usuario la tiene activa, y que la opción de “mejorar el modelo para todos” determina si parte de la interacción se emplea para perfeccionar los modelos de IA. En cualquier caso, la compañía insiste en que el control final recae en el usuario, que puede desactivar estas opciones en cualquier momento.
Mientras tanto, todo apunta a que la estrategia a corto plazo pasa por maximizar la adopción de las aplicaciones y del SDK entre desarrolladores y empresas, para después introducir con calma las fórmulas de negocio que conviertan este ecosistema en una fuente de ingresos estable.
Con la activación del App Directory y la apertura del SDK, ChatGPT da un salto importante desde su papel inicial de asistente conversacional hacia un entorno operativo donde conviven decenas de servicios conectados. Si el experimento cuaja, el usuario español y europeo podría acabar gestionando buena parte de su vida digital desde un único chat, en el que la IA no solo responde, sino que también ejecuta acciones reales a través de sus apps integradas.
