Alertan por cargadores portátiles retirados por riesgo de incendio: cómo comprobarlos y qué hacer con ellos

Última actualización: diciembre 8, 2025
Autor: Isaac
  • La CPSC de EE. UU. ha ordenado retirar más de 200.000 cargadores portátiles INIU BI-B41 de 10.000 mAh por riesgo de incendio y quemaduras.
  • Solo se ven afectados determinados números de serie, colores negro o azul y unidades vendidas vía Amazon EE. UU. entre agosto de 2021 y abril de 2022.
  • Se han registrado al menos 15 casos de sobrecalentamiento, 11 incendios, tres lesiones leves y daños materiales de más de 380.000 dólares.
  • Las autoridades recomiendan dejar de usarlos, gestionarlos como residuo peligroso y solicitar un reembolso completo al fabricante.

cargadores portatiles riesgo incendio

Los cargadores portátiles o power banks se han convertido en un accesorio imprescindible en el día a día, pero también en una potencial fuente de problemas cuando algo falla en sus baterías internas. Las autoridades de seguridad de producto en Estados Unidos han vuelto a poner el foco en este tipo de dispositivos tras detectar casos de sobrecalentamiento que han acabado en incendios y daños personales.

A raíz de estos incidentes, la Comisión para la Seguridad de Productos del Consumidor de Estados Unidos (CPSC) ha impulsado la retirada masiva de un modelo concreto de batería externa vendido principalmente a través de Amazon. Aunque la campaña de retirada se centra en el mercado estadounidense, el aviso resulta relevante también para consumidores de España y del resto de Europa, donde se compran a diario cargadores muy similares, muchas veces procedentes de los mismos fabricantes asiáticos.

Retirada de cargadores INIU BI-B41: qué modelo es y por qué se retira

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El foco de la alerta está puesto en el power bank INIU BI-B41 de 10.000 mAh, un cargador portátil de tamaño compacto y precio asequible que se ha vendido de forma masiva en los últimos años. La CPSC ha ordenado la retirada de más de 200.000 unidades comercializadas en Estados Unidos, todas ellas compradas exclusivamente a través de Amazon.com entre agosto de 2021 y abril de 2022.

Este modelo se fabrica en China por Shenzhen Topstar Industry Co., Ltd. y se distribuye bajo la marca INIU, con base en Seattle. Los dispositivos afectados se identifican por una carcasa en color negro o azul, el logotipo de INIU y una luz LED con forma de huella en la parte frontal, un diseño bastante reconocible en plataformas de comercio electrónico.

La CPSC detalla que la batería de ion de litio integrada puede calentarse por encima de lo normal y llegar a incendiarse, con el consiguiente riesgo de quemaduras y daños materiales. No se trata, por tanto, de un problema estético o de rendimiento, sino de un fallo de seguridad con potencial para causar un incendio en casa, en el coche o incluso durante un viaje.

El número total de unidades incluidas en el ámbito de la retirada se sitúa en torno a las 210.000 piezas, lo que convierte este caso en uno de los más relevantes de los últimos meses dentro de la categoría de cargadores portátiles.

Cómo saber si tu cargador portátil está entre los retirados

identificar cargador portatil peligroso

La retirada no afecta a todas las unidades de este modelo, sino a una serie concreta de lotes identificados por número de serie. Según la información facilitada por la CPSC e INIU, entran dentro del programa de retirada solo los cargadores con estos prefijos:

  • 000G21
  • 000H21
  • 000I21
  • 000L21
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El número de modelo (BI-B41) y el número de serie aparecen impresos en la parte posterior o en la zona inferior del power bank. Para comprobarlo, basta con darle la vuelta al cargador y leer la etiqueta con las especificaciones técnicas, donde deberían figurar también datos como la capacidad en mAh y los voltios de salida.

Si el dispositivo coincide en modelo, color (negro o azul), número de serie, canal de compra (Amazon EE. UU.) y fechas de adquisición, entra de lleno en el alcance de la retirada y debe dejarse de usar sin esperar a que aparezca ningún síntoma extraño.

INIU señala que las otras variantes de color, como naranja o rojo, así como unidades vendidas por canales distintos a Amazon EE. UU., no están incluidas en la retirada y pueden utilizarse con normalidad, siempre y cuando no muestren signos de deterioro o funcionamiento anómalo.

Incidentes registrados: sobrecalentamientos, incendios y quemaduras

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La advertencia de la CPSC no llega por casualidad. Según la información recopilada por las autoridades y por la propia marca, se han recibido al menos 15 informes de sobrecalentamiento relacionados con estos bancos de energía concretos. En 11 de esos casos, el problema derivó en un incendio que provocó daños en viviendas, vehículos u otros bienes materiales.

Los partes oficiales hablan de pérdidas valoradas en más de 380.000 dólares, una cifra que da una idea del alcance potencial de un fallo de este tipo cuando se produce, por ejemplo, cerca de muebles, cortinas o dentro de una mochila. Además, se han documentado tres lesiones leves por quemaduras en usuarios que tuvieron contacto directo con el dispositivo mientras se calentaba en exceso o en el momento del incendio.

La propia CPSC resume el riesgo con una frase clara: «la batería de ion de litio en los bancos de energía retirados puede sobrecalentarse y provocar fuego». Aunque el número de incidentes sea relativamente bajo frente al total de unidades vendidas, el tipo de daño potencial justifica el llamamiento a retirarlos de circulación.

Fuera de Estados Unidos, los reguladores europeos todavía no han hecho pública una alerta específica sobre este modelo concreto, pero el patrón de fallos térmicos coincide con otros casos recientes de power banks retirados en distintos mercados por riesgo de ignición, lo que refuerza la necesidad de revisar bien cualquier batería externa que presente comportamientos extraños.

Qué deben hacer los usuarios con un cargador afectado

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La recomendación de las autoridades estadounidenses es tajante: si tu power bank coincide con el modelo, color y número de serie afectados, hay que dejar de usarlo de inmediato. No se trata de esperar a que falle, sino de asumir que existe un riesgo y actuar con prudencia.

En Estados Unidos, la CPSC y la marca piden a los consumidores que accedan a la página oficial de retirada habilitada por INIU (sección de recall del modelo BI-B41), donde se explica paso a paso cómo:

  • Verificar el número de serie y el periodo de compra.
  • Registrar el producto afectado aportando fotos y datos básicos.
  • Elegir entre un reembolso completo o una tarjeta regalo para futuras compras.
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La compañía indica que el producto se vendió a un precio aproximado de 18 dólares estadounidenses y que el proceso de validación puede tardar hasta 15 días hábiles desde que el usuario envía la documentación. El derecho a solicitar este reembolso permanece abierto sin límite de tiempo, de modo que quienes descubran ahora que su unidad está afectada pueden iniciar el trámite sin problema.

Además del formulario en la web, INIU ha habilitado un correo específico (recall@iniu.shop) y una línea telefónica para atender consultas, reforzando la idea de una campaña organizada y centrada en minimizar cualquier posible daño derivado de estos fallos.

Cómo deshacerse de una batería externa con riesgo de incendio

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Más allá del reembolso, uno de los puntos que más preocupan a los reguladores es qué ocurre con los cargadores retirados una vez dejan de usarse. Tanto la CPSC como la Asociación Nacional de Protección contra Incendios (NFPA) insisten en que no se deben tirar este tipo de baterías a la basura normal ni a contenedores públicos, ni siquiera a puntos de reciclaje genéricos donde se recogen pilas convencionales.

Las baterías de ion de litio, como las que montan la mayoría de power banks, pueden encenderse espontáneamente si sufren golpes, perforaciones, cortocircuitos o están mal almacenadas. Por eso, las autoridades recomiendan contactar con los centros municipales de gestión de residuos peligrosos o servicios equivalentes, que cuentan con protocolos específicos para tratarlas de manera segura.

En España y en el resto de Europa, esta recomendación encaja con las directrices que ya se aplican a otros aparatos con batería integrada, como móviles, patinetes eléctricos o pequeños electrodomésticos. La opción más segura suele ser llevar el dispositivo a un punto limpio o ecoparque e indicar que se trata de una batería de litio potencialmente defectuosa, en lugar de depositarla en contenedores de pilas comunes o en la basura orgánica.

La NFPA aconseja, además, prestar atención a señales de alerta como olor extraño, decoloración del plástico, calentamiento excesivo, deformación visible, fugas de líquido o ruidos inusuales. Si se detecta cualquiera de estos síntomas, lo más prudente es desconectar el cargador, apartarlo de materiales inflamables y tramitar su retirada o reciclaje cuanto antes.

Un contexto de vigilancia creciente sobre los power banks

El caso del INIU BI-B41 llega en un momento de especial vigilancia sobre las baterías externas y otros dispositivos recargables. En los últimos meses, la CPSC ha ordenado retiradas similares para más de 1,2 millones de cargadores portátiles de distintas marcas, entre ellas modelos de Anker, Yiisonger o NEWDERY, tras registrar incendios, explosiones y daños materiales considerables.

Esta acumulación de incidentes ha llevado a que tanto las agencias de seguridad como los propios fabricantes endurezcan sus controles de calidad y sus protocolos de retirada. En algunos casos, como el del modelo BI-B41, la iniciativa parte del propio productor, que decide lanzar una campaña preventiva incluso antes de que el regulador emita un mandato formal.

Para el consumidor europeo, la lectura es clara: aunque muchas de estas retiradas se anuncian primero en Estados Unidos, la mayoría de estos cargadores se fabrican en Asia y se venden después también en la Unión Europea, a veces con el mismo nombre comercial y otras bajo marcas blancas. Consultar de vez en cuando las bases de datos de alertas de seguridad de la UE (como el sistema Safety Gate) o de organismos nacionales de consumo es una buena costumbre.

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En paralelo, las normas de seguridad en sectores como el transporte aéreo también se han ido endureciendo. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) limita desde hace años la capacidad máxima de las baterías que se pueden llevar en cabina (en general, hasta 100 Wh sin autorización previa y hasta 160 Wh con permiso de la aerolínea), precisamente por el riesgo de incendio asociado a fallos de este tipo.

China ha ido incluso más allá, impulsando propuestas para reforzar los requisitos de certificación de las power banks, con la idea de exigir que estos productos cumplan criterios del tipo «sin incendios, sin ignición, sin grietas y sin fugas». Este tipo de movimientos regulatorios apuntan a que, a medio plazo, veremos baterías externas más seguras, pero también posiblemente más caras por el uso de materiales y tecnologías mejoradas.

Claves prácticas para usuarios en España y Europa

En el contexto español y europeo, aunque la retirada del modelo INIU BI-B41 se ha anunciado para el mercado estadounidense, resulta prudente aplicar una serie de pautas básicas tanto si se posee ese modelo como si se utilizan otros power banks similares:

  • Revisar la etiqueta del cargador para comprobar modelo, capacidad, número de serie y posibles certificaciones (CE en Europa, entre otras).
  • Evitar el uso continuado de baterías que se calientan en exceso, desprenden olor extraño o muestran deformaciones.
  • No cargar los power banks sobre superficies inflamables como sofás, camas o montones de ropa.
  • No dejar cargadores conectados permanentemente a la red eléctrica o a otros dispositivos cuando no es necesario; revisa también cómo activar el modo ahorro de energía.
  • Entregar las baterías defectuosas en puntos limpios o gestores autorizados, nunca en la basura doméstica.

En viajes en avión, conviene además llevar siempre las baterías externas en el equipaje de mano, respetar los límites de capacidad indicados por la aerolínea y asegurarse de que la etiqueta del producto sea legible y muestre claramente tanto los mAh como los Wh. En determinados países, especialmente en China, la ausencia de marcado correcto o de ciertos sellos de certificación puede implicar incluso la confiscación del dispositivo en el control de seguridad.

El caso de los cargadores INIU BI-B41 retirados por riesgo de incendio pone de relieve hasta qué punto un accesorio aparentemente sencillo puede convertirse en un problema si la batería falla. Mantenerse informado sobre retiradas oficiales, prestar atención a las señales de sobrecalentamiento y reciclar correctamente las baterías externas son pasos sencillos que reducen de forma significativa los riesgos, tanto en hogares españoles y europeos como en cualquier otro lugar donde estos dispositivos se han vuelto imprescindibles.

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