Microsoft se consolida como apuesta estrella de Morgan Stanley por el tirón de la IA

Última actualización: diciembre 19, 2025
Autor: Isaac
  • Morgan Stanley sitúa a Microsoft como su principal elección dentro del software de gran capitalización
  • El banco espera crecimiento de ingresos de doble dígito y fuerte expansión de márgenes gracias a Azure e IA
  • Los analistas de Wall Street mantienen un claro consenso de compra con potencial alcista relevante
  • Persisten ciertas dudas técnicas en el corto plazo por la volatilidad del valor y ventas internas

Microsoft es la principal elección de Morgan Stanley

La posición de Microsoft en el radar de los grandes bancos de inversión vuelve a ganar protagonismo. Morgan Stanley ha decidido elevar el perfil del gigante tecnológico al convertirlo en su principal apuesta dentro del sector del software, apoyándose en el potencial de la inteligencia artificial y en la solidez de todas sus líneas de negocio.

En un contexto de volatilidad reciente en la cotización y cierta cautela entre los inversores, el informe del banco estadounidense llega como un contrapunto más optimista. Aun con las dudas a corto plazo sobre el comportamiento técnico del valor, Morgan Stanley considera que el mercado todavía no está valorando plenamente la capacidad de la compañía para seguir expandiendo márgenes y beneficios en los próximos años.

Por qué Microsoft es la principal elección de Morgan Stanley

El análisis está liderado por Keith Weis, uno de los analistas de referencia en tecnología de Morgan Stanley. Tras reunirse con directivos de la compañía, Weis concluye que la demanda que afrontan las distintas divisiones de Microsoft es lo bastante robusta como para sostener un crecimiento de ingresos de doble dígito, a un ritmo de “dos dígitos medios” durante varios ejercicios.

El banco destaca que la amplitud del negocio de Microsoft —Windows, Azure, Xbox y su exposición a OpenAI— crea una base especialmente diversificada. Esta combinación permite, según el experto, no solo mantener ese crecimiento elevado de ventas, sino también mejorar de forma gradual los márgenes operativos, un punto clave para justificar valoraciones exigentes en Bolsa y que refuerza su posición en la nube y la IA.

En su informe, Weis subraya que la compañía ofrece un TCAC (tasa de crecimiento anual compuesta) del beneficio por acción de entre el 15% y el 20%, una horquilla que, en su opinión, todavía no está plenamente reflejada en el precio de las acciones. Esa discrepancia entre las previsiones de beneficio y la cotización es lo que refuerza el argumento de considerar a Microsoft como “Top Pick”.

El analista va más allá al recalcar que la durabilidad de la demanda y el margen de mejora en la rentabilidad ya se dejaron ver en los resultados del primer trimestre fiscal recientemente publicados. Morgan Stanley interpreta estos datos como una confirmación de que la estrategia de inversión de la empresa en inteligencia artificial y nube está empezando a generar retornos tangibles.

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Con este telón de fondo, Weis recuerda que el título cotiza alrededor de 23 veces su estimación de BPA GAAP para el año natural 2027, en torno a 20,65 dólares. Esa ratio, combinada con las expectativas de crecimiento y expansión de márgenes, le lleva a mantener a Microsoft como su apuesta preferida dentro del universo de software de gran capitalización.

Inversión en Microsoft y opinión de analistas

El papel de Azure y la inteligencia artificial en los márgenes futuros

La pieza central del razonamiento de Morgan Stanley es el papel de Azure y, en particular, Azure AI como motor de crecimiento y rentabilidad. Según el análisis, los márgenes brutos de esta unidad, excluyendo el impacto de OpenAI, se sitúan actualmente en torno al 20%, pero podrían escalar hasta el 30% de cara al ejercicio fiscal 2029, con margen incluso para superar el 40% en un escenario más favorable.

El banco utiliza un marco de Capex-Implied —una lectura implícita de las inversiones en infraestructura y centros de datos— para respaldar estas previsiones. A partir de este enfoque, Morgan Stanley considera que el volumen de gasto de capital y la forma en la que se está desplegando encajan con un escenario de fuerte crecimiento en reservas, cartera de pedidos (RPO) y uso de productos en la nube e IA.

Weis sostiene que los retornos de las grandes inversiones en inteligencia artificial son ya visibles y que la compañía también avanza en seguridad de IA. A su juicio, los márgenes de Azure AI se encuentran en terreno positivo y la compañía está volcada en seguir aumentando la eficiencia, algo clave en servicios que requieren un consumo intensivo de recursos computacionales.

Esta visión de la nube como centro de rentabilidad va en línea con la apuesta estratégica de Microsoft en Europa y España, donde la compañía ha anunciado y ejecutado proyectos relevantes de centros de datos y soluciones de IA para empresas y sector público. Aunque el informe de Morgan Stanley se formula desde una perspectiva global, el despliegue de infraestructura en territorio europeo refuerza el argumento de crecimiento sostenido en la región.

En conjunto, la lectura del banco de inversión es que la combinación de crecimiento en la nube, monetización de la IA y eficiencia operativa puede impulsar todavía más el margen operativo de la empresa durante los próximos años, apoyando el optimismo en torno al beneficio por acción.

Qué opinan el resto de analistas de Wall Street

La visión de Morgan Stanley se ve respaldada por un consenso muy favorable entre los analistas que siguen el valor. De acuerdo con los datos recopilados por TipRanks, Microsoft suma 34 recomendaciones, de las cuales 32 son de compra y 2 de mantener, sin calificaciones de venta en este grupo.

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El precio objetivo medio que manejan estos expertos se sitúa en unos 632,22 dólares, con un rango que va desde un mínimo de 500 dólares hasta un máximo de 700 dólares por acción. Tomando como referencia uno de los últimos cierres, esta media implica un recorrido potencial de revalorización cercano al 33%, una cifra relevante tratándose de una compañía de este tamaño.

Entre las firmas que se muestran más constructivas sobresale HSBC, que fija su precio objetivo en 648 dólares, alineado con la idea de que el mercado aún no recoge por completo el impacto de la IA en los ingresos y en los márgenes. Otros analistas, como Gregg Moskowitz (Mizuho Securities), recomiendan también comprar el valor con un objetivo en torno a 640 dólares.

En un tono similar se pronuncia Glenn Thum, de Phillips Securities, que defiende igualmente la recomendación de compra, si bien con un precio objetivo algo más conservador de 540 dólares por acción. En cualquier caso, la tónica general apunta a un apoyo bastante homogéneo a la tesis alcista a medio y largo plazo.

Este clima de apoyo por parte de la comunidad de analistas coincide con una etapa en la que las grandes tecnológicas, y en particular las relacionadas con la nube y la IA, concentran gran parte del interés inversor a escala global. Microsoft, por tamaño, posicionamiento y diversificación de líneas de negocio, se mantiene en el centro de ese foco.

Volatilidad reciente, ventas internas y situación técnica

Pese al tono constructivo de los analistas, el comportamiento de la acción ha mostrado cierta debilidad en el corto plazo. Los inversores han tenido que digerir semanas de volatilidad, en un entorno en el que las grandes tecnológicas han alternado subidas y correcciones en función de las expectativas sobre tipos de interés y crecimiento económico.

Uno de los elementos que ha alimentado la cautela son las ventas de acciones por parte de algunos ejecutivos de alto nivel, incluyendo perfiles como el CEO de la división comercial Judson Althoff o el EVP Takeshi Numoto. Estas desinversiones, notificadas a los reguladores, suelen enmarcarse en programas de venta planificados con antelación, pero su concentración en un periodo relativamente corto ha generado cierto ruido en el mercado.

Desde el punto de vista técnico, la cotización ha perdido referencias consideradas clave. En euros, el título se mueve en torno a 405,70 euros, por debajo de la media móvil de 200 días, situada en 415,04 euros. Esa ruptura a la baja de un soporte tan seguido por muchos operadores refuerza la impresión de fragilidad en el corto plazo.

En términos de indicadores, el comportamiento tampoco es especialmente brillante: el RSI se sitúa en torno a los 40 puntos, reflejando un sesgo bajista moderado, mientras que las líneas del MACD permanecen por debajo del nivel cero. Las medias móviles de 70 y 200 periodos se sitúan cerca del precio, lo que delata una fase de consolidación con un ligero tono negativo.

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En este entorno, los analistas técnicos señalan un soporte de medio plazo en la zona de 464,89 dólares, nivel que el mercado observa de cerca como posible referencia para evaluar si la presión vendedora se agota. Algunos indicadores propios de Ei presentan señales mixtas, sin ofrecer todavía una señal clara de giro alcista.

Resultados y próximas citas clave para los inversores

Más allá del corto plazo, la atención del mercado se centra en el calendario de resultados trimestrales. Después de un primer trimestre fiscal que sorprendió positivamente en beneficio por acción y confirmó la buena marcha del negocio en la nube, la siguiente gran fecha marcada en rojo es la presentación de las cuentas del segundo trimestre (Q2), prevista para el 4 de febrero de 2026.

Los inversores en Europa y España seguirán de cerca especialmente los datos relacionados con Azure y las nuevas soluciones de inteligencia artificial. La lectura que haga el mercado de estas cifras será determinante para valorar si la tesis de Morgan Stanley —crecimiento sostenido de doble dígito y expansión de márgenes— se refuerza o, por el contrario, pierde algo de fuerza.

Estas próximas cuentas pueden convertirse en un catalizador decisivo para un posible cambio de tendencia técnica en la acción. Si los ingresos en la nube y la rentabilidad de las nuevas soluciones de IA superan las previsiones, no sería extraño ver una mejora del tono del valor, lo que podría atraer de nuevo a inversores que han permanecido al margen ante la volatilidad reciente.

En este contexto, el informe de Morgan Stanley y el respaldo de la mayoría de analistas de Wall Street aportan un marco de referencia para quienes evalúan si entrar, mantener o ajustar posición en Microsoft. Aunque la recomendación predominante es de compra, la decisión final dependerá en buena medida del perfil de riesgo de cada inversor y del horizonte temporal que se plantee.

Con todos estos elementos sobre la mesa —confianza en la nube y la IA, consenso de analistas claramente favorable, pero también volatilidad técnica y movimientos internos de venta—, Microsoft se mantiene como uno de los valores más observados del mercado global. Para los inversores europeos, la compañía sigue siendo una de las grandes referencias del sector tecnológico, y el papel que le otorga Morgan Stanley como principal elección refuerza su condición de pieza clave en muchas carteras diversificadas.

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