Así es el nuevo menú contextual de Windows 11 que prepara Microsoft

Última actualización: noviembre 25, 2025
Autor: Isaac
  • Microsoft está probando en el programa Insider un nuevo menú contextual más compacto para Windows 11.
  • Las opciones menos usadas se agrupan en submenús como "Administrar archivos" para limpiar la interfaz.
  • Las funciones de servicios en la nube, como OneDrive, pasan a submenús propios del proveedor de nube.
  • Estos cambios llegan junto a mejoras en el Explorador de archivos y otras optimizaciones de Windows 11.

nuevo menú contextual de Windows 11

Desde que Microsoft decidió dejar de lado Windows 10, la compañía ha ido afinando poco a poco la experiencia de Windows 11, y ahora le ha tocado el turno a uno de los elementos que más se usan a diario: el menú contextual que aparece al hacer clic derecho. Tras meses de quejas por parte de los usuarios, especialmente en portátiles y pantallas pequeñas, la empresa ha empezado a desplegar un rediseño importante en las versiones de prueba del sistema.

En las compilaciones más recientes del programa Windows Insider, concretamente la Preview 26220.7271, algunos usuarios ya pueden probar un menú de clic derecho renovado en el Explorador de archivos. Este nuevo menú reduce de forma notable su altura y reordena múltiples opciones para que resulte más limpio, menos abrumador y, en teoría, más rápido de usar tanto en entornos domésticos como profesionales en España y el resto de Europa.

Un menú contextual más compacto y ordenado

Según ha detallado Microsoft, el nuevo menú contextual del Explorador de archivos recorta su tamaño vertical aproximadamente en un tercio respecto al diseño actual de Windows 11. Esto supone un cambio importante para quienes utilizan portátiles con pantallas de 13 o 14 pulgadas, donde antes el menú podía llegar a ocupar hasta cerca del 75 % del alto de la pantalla, dificultando localizar las acciones más básicas de un vistazo.

El objetivo de la compañía es que las acciones esenciales sean las protagonistas y las opciones menos habituales no saturen el listado principal. De este modo, las herramientas que se usan todos los días —como abrir, compartir o gestionar archivos— quedan más visibles, mientras que funciones más específicas se ocultan tras menús desplegables, reduciendo la sensación de desorden que muchos usuarios habían criticado.

Este enfoque de simplificación busca que las tareas de gestión de archivos sean más ágiles, especialmente para quienes trabajan con muchas ventanas a la vez. Para un usuario avanzado, un menú demasiado largo implica más desplazamientos, más posibles clics erróneos y, al final, más tiempo perdido. Con un menú contextual más compacto y jerarquizado, la idea es que el flujo de trabajo sea más fluido y lógico.

La compañía ha reconocido que llevaba tiempo recibiendo comentarios negativos sobre el diseño del menú contextual en Windows 11. Este rediseño pretende dar respuesta a esas críticas y devolver cierta sensación de control al usuario, sin introducir cambios radicales en la forma de trabajar, pero sí puliendo la interfaz donde más duele: en las acciones que se repiten constantemente a lo largo del día.

En la práctica, quienes ya están probando estas compilaciones Insider se encuentran con un menú que se siente menos “infinito”. Menos cosas a la vez en pantalla significa también menos distracciones, algo que puede agradecerse en entornos de trabajo donde se manejan grandes volúmenes de documentos, fotos o archivos sincronizados en la nube.

Relacionado:  Solución para el error de Disk Management Console View en Windows 11/10

Nuevo submenú «Administrar archivos» y reorganización de opciones

Una de las novedades más visibles del nuevo menú contextual es la introducción de un submenú desplegable llamado «Administrar archivos». Microsoft ha movido a este apartado varias funciones que, aunque útiles, no se usan de forma constante y ocupaban demasiado espacio en el menú principal al hacer clic derecho sobre un archivo o carpeta.

En este submenú es donde ahora se encuentran acciones como «Comprimir a archivo ZIP», «Copiar como ruta», «Establecer como fondo de escritorio» o las opciones de rotación de imágenes, como «Girar a la derecha» y «Girar a la izquierda». Al agrupar estas herramientas en un mismo bloque, se libera espacio en el primer nivel del menú y se consigue una organización más lógica, algo que puede resultar más cómodo para quienes gestionan muchos tipos de contenido diferentes.

Para el usuario medio en España o Europa, esto se traduce en que las operaciones más habituales quedan al alcance directo, mientras que las funciones de uso ocasional requieren un clic adicional, pero dejan de entorpecer la lectura general. Es una forma de priorizar la claridad y la rapidez, en lugar de mostrarlo todo de golpe.

Además, Microsoft ha reubicado la opción «Ubicación de carpeta abierta» para situarla junto a «Abrir» y «Abrir con» dentro del menú contextual. Con este cambio intenta que las acciones relacionadas con el acceso al contenido estén más agrupadas y resulten intuitivas, evitando que el usuario tenga que recorrer toda la lista para encontrar algo tan básico como abrir la carpeta donde se encuentra un archivo.

Este tipo de ajustes pueden parecer menores, pero en el día a día, cuando se repiten centenares de veces, terminan marcando la diferencia. Un menú contextual mejor estructurado puede ahorrar segundos en cada operación que, sumados, se convierten en un tiempo considerable a lo largo de una jornada laboral.

Integración más limpia con OneDrive y otros servicios en la nube

Otro de los puntos en los que Microsoft ha puesto el foco es la gestión de las opciones relacionadas con los servicios en la nube, como OneDrive. Hasta ahora, estas funciones tendían a mezclarse con el resto de comandos del menú de clic derecho, ocupando espacio y, a veces, confundiendo al usuario con mensajes específicos de cada proveedor.

Con el nuevo diseño, las acciones asociadas a archivos sincronizados en la nube se agrupan en submenús propios bajo el nombre del proveedor correspondiente. De esta manera, comandos como «Mantener siempre en este dispositivo», «Liberar espacio» o «Enviar a mi teléfono» dejan de estar dispersos en el menú principal y pasan a concentrarse en un bloque único vinculado a OneDrive u otros servicios.

Para quienes trabajan con documentos almacenados en la nube, esto implica que las herramientas de sincronización y almacenamiento siguen estando disponibles, pero ya no invaden el resto de opciones. El menú contextual se ve más despejado y las funciones de cada servicio quedan claramente identificadas, algo especialmente útil en entornos empresariales donde se utilizan varias soluciones en paralelo.

Esta reorganización del menú contextual no elimina funciones, sino que las recoloca para que resulten más coherentes. Microsoft pretende así que el usuario pueda distinguir con mayor facilidad qué opciones pertenecen al sistema operativo y cuáles proceden de complementos externos o integraciones en la nube.

Relacionado:  No se puede enviar o recibir un archivo vía Bluetooth en Windows 11 [Solución]

En un contexto europeo, donde cada vez es más habitual combinar almacenamiento local con soluciones en la nube para cumplir con políticas de seguridad y copias de respaldo, disponer de un menú contextual menos caótico puede ayudar a reducir errores y a centrar la atención en la tarea que se está realizando en cada momento.

Mejoras en el Explorador de archivos y rendimiento general

El rediseño del menú contextual forma parte de un paquete de mejoras más amplio que Microsoft está introduciendo en el Explorador de archivos de Windows 11. La compañía está probando la precarga de las ventanas del Explorador en segundo plano, con la idea de que la aplicación se abra de forma más fluida y rápida cuando el usuario la necesita.

Esta precarga en segundo plano debería reducir la espera al abrir carpetas con muchos elementos o unidades de red, algo que en entornos de oficina es bastante habitual. Si el Explorador ya está parcialmente preparado antes de que el usuario haga clic, la sensación es de mayor agilidad, algo que suma puntos cuando se trabaja de forma intensiva con archivos.

Junto con esto, las nuevas compilaciones Insider también incluyen correcciones para problemas que afectaban a la barra de tareas, como bloqueos tras ciertas notificaciones o fallos en el icono de la batería al pasar el cursor sobre él en la bandeja del sistema. Aunque no están directamente vinculadas con el menú contextual, muestran que Microsoft está aprovechando estas versiones de prueba para pulir varios frentes a la vez.

En el apartado de red, se han abordado fallos de conexión a Internet que podían aparecer después de reanudar la sesión desde el modo de espera. Este tipo de incidencias son especialmente molestas en portátiles, muy frecuentes en España y Europa, donde el modo suspensión se usa a diario para ahorrar batería entre desplazamientos.

También se han corregido errores en la aplicación de Configuración, que anteriormente podía fallar al acceder a secciones como Privacidad y seguridad, Cámara, Ubicación o Micrófono, y se ha solucionado un problema en algunos juegos que mostraban por error el mensaje «Tarjeta gráfica no compatible». Aunque estas mejoras no afectan directamente al menú contextual, forman parte del mismo esfuerzo de refinar la experiencia global de Windows 11.

Disponibilidad y llegada a los usuarios de Windows 11

Todos estos cambios en el menú contextual y en el Explorador de archivos se están probando actualmente dentro del programa Windows Insider, en canales como Dev y Beta. Esto significa que, por ahora, solo un porcentaje reducido de usuarios está recibiendo las nuevas compilaciones, entre ellas la 26220.7271, donde se concentra buena parte de estas novedades.

Microsoft no ha confirmado una fecha exacta para que el nuevo menú contextual de Windows 11 llegue a la versión estable, pero, viendo el ritmo habitual de despliegue, lo normal es que las funciones probadas en Insider tarden entre dos y cuatro meses en aterrizar en la versión pública del sistema operativo.

Si se mantiene ese calendario aproximado, lo más probable es que este rediseño termine llegando a la mayoría de usuarios durante uno de los próximos paquetes de actualización de características de Windows 11. En Europa y España, esto se produciría a través de las actualizaciones habituales de Windows Update, sin necesidad de acciones especiales por parte del usuario, más allá de mantener el sistema al día.

Relacionado:  Instalación de Mozilla Firefox en Windows 11

Mientras tanto, quienes participen en el programa Insider pueden ir reportando sus impresiones y posibles problemas. Esta retroalimentación es clave para que Microsoft acabe de ajustar detalles del menú contextual, la distribución de las opciones y el comportamiento de los submenús como «Administrar archivos» o los bloques dedicados a proveedores de nube.

La compañía parece apostar, al menos en esta fase, por un proceso gradual: introducir cambios primero en el Explorador de archivos, recoger datos de uso y, a partir de ahí, estudiar si tiene sentido extender un enfoque similar de reducción de desorden a otras áreas del sistema donde también se abusa de menús extensos.

Un giro hacia el pulido de la experiencia de usuario

Más allá de la lista concreta de funciones, este rediseño del menú contextual deja entrever cierto cambio de prioridades en Windows 11. Después de una etapa centrada en incorporar características llamativas, Microsoft parece querer dedicar más esfuerzo a pulir la usabilidad, incluso en componentes tan “invisibles” como el clic derecho, que sin embargo se utilizan constantemente.

Para quienes usan Windows 11 a diario como herramienta de trabajo, un menú contextual menos recargado puede suponer una mejora más tangible que una nueva función puntual. Menos desplazamiento, menos búsqueda y menos clics innecesarios se traducen en flujos de trabajo más rápidos, especialmente en ofimática, gestión documental, edición de imágenes ligera o desarrollo de software.

En portátiles con pantallas pequeñas, muy extendidos en empresas y hogares españoles, el cambio podría notarse aún más. Al reducir la altura del menú contextual, se gana visibilidad del contenido que hay detrás, lo que facilita comprobar archivos, seleccionar elementos o arrastrar y soltar sin que un panel enorme tape todo lo demás.

Además, al separar las acciones del sistema de las de terceros, el usuario puede identificar mejor qué opciones proceden de Windows y cuáles son añadidas por aplicaciones instaladas. Esto no solo mejora la claridad, sino que también ayuda a detectar con mayor facilidad posibles problemas derivados de extensiones o integraciones mal diseñadas.

Sin grandes titulares, este tipo de ajustes van encaminados a hacer que Windows 11 se sienta más coherente y menos farragoso con el paso del tiempo. Si Microsoft mantiene esta línea y la hace extensiva a otros menús y paneles de la interfaz, el sistema podría ganar en consistencia visual y funcional, algo que muchos usuarios llevan tiempo reclamando.

Todo apunta a que el nuevo menú contextual de Windows 11 será uno de esos cambios que, aunque pasan casi desapercibidos al principio, terminan teniendo un impacto claro en el uso diario: menús más recogidos, acciones mejor agrupadas, menos ruido visual y un Explorador de archivos que responde con más soltura, configurando una experiencia algo más cómoda tanto en el ámbito doméstico como en el profesional.

Artículo relacionado:
Recuperar menú contextual antiguo en Windows 11