- Contrato base de 17.400 millones, ampliable en 2.000 millones hasta 19.400 millones.
- Plazo de cinco años y suministro de GPU dedicadas desde un nuevo centro en Vineland (Nueva Jersey).
- Microsoft busca capacidad flexible en “neoclouds” ante la fuerte demanda de IA y la escasez de hardware.
- Nebius acelera su expansión y financiación con despliegue por fases y opciones de deuda.
El movimiento corporativo del día lo protagonizan Microsoft y Nebius con un acuerdo de gran calado para asegurar capacidad de cómputo de IA. La operación establece un contrato valorado en 17.400 millones de dólares, con la posibilidad de ampliarse en 2.000 millones adicionales si se activa capacidad extra.
La alianza tendrá una vigencia de cinco años y se centra en clústeres de GPU dedicados que Nebius pondrá a disposición de Microsoft desde un nuevo centro de datos en Vineland (Nueva Jersey). El despliegue será por fases para acompasar la demanda y acortar los cuellos de botella del hardware de IA.
Claves del acuerdo y cifras
Según ha detallado la compañía neerlandesa, el contrato prevé un pago base de 17.400 millones de dólares y una opción de compra adicional por parte de Microsoft por importe de hasta 2.000 millones, elevando el potencial total a 19.400 millones. La capacidad contratada se ofrece como infraestructura de GPU dedicada orientada a cargas de trabajo de alto rendimiento.
El suministro llegará desde el nuevo emplazamiento de Nebius en Vineland, Nueva Jersey, con una hoja de ruta escalonada que arranca con despliegues iniciales y crece en sucesivas olas a medida que maduran las salas y las líneas eléctricas. Esta planificación permite acompasar la inversión con hitos de capacidad comprometida.
En su configuración, los clústeres recurren a GPUs de última generación y red de baja latencia, diseñadas para entrenar y servir modelos de IA a gran escala. Con ello, Microsoft obtiene potencia asegurada a medio plazo para su ecosistema Azure y proyectos de IA.
La documentación de la operación alude a una ejecución por fases en 2025 y 2026, en paralelo a la puesta a punto del sitio. El enfoque por tramos proporciona elasticidad en la rampa de consumo y reduce riesgos de sobreaprovisionamiento.
En el plano operativo, la relación se estructura como un compromiso a varios años, asegurando a Microsoft acceso preferente a capacidad dedicada de alto rendimiento en un contexto de elevada demanda global.
Por qué Microsoft recurre a “neoclouds”
La carrera por la IA generativa ha disparado el consumo de GPUs, lo que ha llevado a Microsoft a combinar su propia huella de centros de datos con acuerdos de capacidad en proveedores especializados (“neoclouds”) como Nebius o CoreWeave. La escasez de chips y la complejidad de equipar nuevas salas explican esta estrategia más flexible.
Además de alimentar sus servicios de Azure, Microsoft sostiene compromisos de cómputo vinculados a socios de IA. En este entorno, garantizar suministro estable y evitar cuellos de botella se ha convertido en una prioridad de primer orden para la compañía de Redmond.
Los acuerdos con neoclouds facilitan escalar rápido, fijar niveles de servicio y controlar costes, sin renunciar a la lógica de diversificar proveedores críticos. Este enfoque reduce riesgo de dependencia y aporta resiliencia ante tensiones en la cadena de suministro.
El mercado ya ha visto movimientos similares con suministradores que apoyan cargas de entrenamiento y servicio de modelos, contribuyendo a acelerar la salida a producción de nuevos productos de IA en distintas geografías.
En resumen operativo, Microsoft busca capacidad garantizada y escalable para acompasar el crecimiento de sus servicios y los de sus socios, mientras prepara nuevas oleadas de centros de datos propios.
Qué supone para Nebius
Para Nebius, el contrato funciona como validación tecnológica y comercial. Refuerza su posición en la infraestructura de IA en la nube y acelera su hoja de ruta de crecimiento en Estados Unidos y Europa, donde ya ha abierto oficinas en San Francisco, Dallas y Nueva York.
La compañía, escindida de la antigua estructura internacional de Yandex y con sede en Ámsterdam, se ha centrado en ofrecer GPUs de Nvidia y servicios gestionados de nube de IA a startups y empresas. Este acuerdo eleva su perfil de proveedor capaz de cerrar contratos a largo plazo con grandes tecnológicas.
En financiación, Nebius prevé cubrir las inversiones ligadas al proyecto con flujo de caja del contrato y deuda respaldada por el propio acuerdo, y mantiene abiertas vías adicionales para acelerar el despliegue si fuera necesario.
Directivos de la empresa han señalado que el negocio principal de nube de IA avanza con fuerza y que este es el primero de varios acuerdos plurianuales de gran tamaño que esperan firmar con laboratorios de IA y grandes tecnológicas.
La operación coloca a Nebius entre los actores emergentes que aspiran a liderar la “neonube”, un segmento que compite con los hiperescaladores tradicionales en despliegues específicos de IA.
Reacción del mercado y efecto sectorial
Tras conocerse el acuerdo, los títulos de Nebius registraron fuertes subidas en negociación extendida, con avances que rondaron el entorno del 47% según datos de mercado difundidos tras el cierre. En paralelo, otros nombres del segmento como CoreWeave mostraron también repuntes.
La lectura de los inversores es que los contratos de suministro a varios años que aportan capacidad de IA garantizada pueden desencadenar nuevas oleadas de financiación y expansiones de centros de datos en esta categoría de proveedores.
Con todo, los analistas piden prudencia: el flujo de caja y los márgenes deberán acompañar a la velocidad de crecimiento para evitar que la valoración se caliente en exceso.
- Oportunidad: exposición directa a la infraestructura de IA en plena fase de adopción.
- Riesgo: ejecución compleja, intensiva en capital y dependiente de calendarios de suministro de hardware.
En la vertiente comercial, el acuerdo podría abrir puertas a clientes europeos adicionales y a colaboraciones con laboratorios de IA que buscan capacidad dedicada fuera de los hiperescaladores tradicionales.
Ejecución del proyecto y calendario
Nebius ha indicado que la puesta en marcha de los servicios de GPU se hará en varias fases durante 2025 y 2026, acompasada a la construcción y energización del nuevo centro de datos en Vineland. Este esquema por tramos permite ajustar la curva de demanda a hitos de disponibilidad real.
La vigencia contractual es de cinco años, con un marco que habilita a Microsoft a elevar la capacidad contratada a través de la opción adicional. La combinación de pagos comprometidos y escalabilidad opcional otorga margen para adaptar el servicio a picos de consumo.
Para financiar la infraestructura, Nebius combinará cash flow asociado al contrato con emisiones de deuda a corto plazo respaldadas por la calidad crediticia de la contraparte. La compañía estudia, además, otras vías de financiación para acelerar el plan si la demanda acompaña.
En términos operativos, el suministro se articulará en clústeres dedicados y aislados, con red de alta capacidad para entrenamiento y servicio de modelos, y herramientas gestionadas orientadas al ciclo de vida de la IA.
La proximidad a grandes mercados y ecosistemas de clientes de la Costa Este facilita reducir latencias y optimizar el acceso a potencia de cómputo en escenarios sensibles al tiempo de respuesta.
Implicaciones estratégicas
Para Microsoft, la alianza aporta resiliencia y flexibilidad frente a la escasez de GPUs, al tiempo que diversifica la base de proveedores. Para Nebius, representa un salto de escala que consolida su posición como proveedor internacional de infraestructura de IA.
El acuerdo encaja con una tendencia de mercado donde las grandes tecnológicas combinan capacidad propia con acuerdos de suministro garantizado para sostener el desarrollo de modelos y el crecimiento de servicios de IA.
En el medio plazo, la ejecución a ritmo y la captura de nuevos contratos serán el termómetro clave para convertir este impulso en rentabilidad sostenida y liderazgo en la “neonube”.
La operación deja claro que el ecosistema de infraestructura de IA entra en una fase de madurez donde capacidad, plazos y financiación pesan tanto como la propia tecnología. Con este acuerdo, Microsoft blinda suministro crítico y Nebius acelera una hoja de ruta que la sitúa entre los actores a seguir en el nuevo mapa de la nube de IA.