Microsoft tuvo un enfoque agresivo para subir a todos a bordo del barco Windows 10 cuando se lanzó el último sistema operativo de escritorio en julio de 2015, admite el director de marketing del gigante del software, Chris Capossela.
Si usted es un usuario de Windows, definitivamente ha experimentado cómo Microsoft manejó su campaña de actualización a Windows 10. Todo comenzó con una oferta de actualización gratuita para los usuarios de los sistemas operativos Windows 7 y 8 heredados. Durante todo un año después del inicio de la oferta gratuita, cientos de millones de usuarios de Windows se actualizaron a Windows 10.
Pero, en general, el número total de usuarios que hicieron el cambio no alcanzó el objetivo de Microsoft de alcanzar los mil millones de máquinas.En última instancia, los usuarios de la versión anterior de Window, en particular de Windows 7, optaron por quedarse con él por razones de familiaridad, entre otros factores.
Tiempos desesperados exigían medidas desesperadas. En un intento por conseguir que todo el mundo migrara a Windows 10, Microsoft cruzó la línea. Meses antes de la fecha límite para la actualización gratuita, los usuarios de Windows 7 y 8 recibieron notificaciones emergentes que forzaron la instalación de Windows 10. Cuando los usuarios hacían clic en el botón rojo X en la esquina superior derecha, el sistema programaba la actualización a Windows 10 en lugar de cancelarla. Muchos usuarios se quejaron de que sus equipos se actualizaron a Windows 10 sin su consentimiento.
Era sólo cuestión de tiempo antes de que la retroalimentación negativa empezara a llegar. Capossela les dijo a Paul Thurrott y Mary Jo Foley en el podcast de Windows Weekly que Microsoft había ido demasiado lejos. Los usuarios estaban obviamente descontentos con lo que veían como un movimiento desesperado de Microsoft. La reacción había dañado naturalmente la reputación de la empresa Redmond, aunque Microsoft logró solucionar el problema dos semanas después.
Capossela dijo en el podcast:
Y esas dos semanas fueron bastante dolorosas y claramente una luz baja para nosotros. Aprendimos mucho de ello, obviamente.
Al admitir el agresivo empuje de actualización a Windows 10 de Microsoft, Capossela también dijo que lamentaba la forma en que la compañía de software se pasó de la raya. Capossela sigue creyendo que Microsoft fue capaz de gestionar bien la promoción de actualización al final, a pesar del revés.
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